Y nos encontramos con el ave del terror

De película: una incógnita de cientos de años es resuelta gracias a un campesino en el desierto de La Tatacoa, un lugar desolado por donde en cualquier momento se puede descubrir un tesoro.

Recreación del ave del terror con ayuda de Inteligencia artificial. Puede tener inexactitudes con respecto de modelos técnicos.
Busca solo un acercamiento – David Laverde.​

Por: Mauricio Laguna Cardozo

Fotos: Laura Sofía Forero · Recreaciones IA: David Laverde, Anderson Pirateque, Carlos Mora *Las recreaciones del ave del terror y sus posibles entornos se realizaron con IA. Pueden tener inexactitudes con respecto de modelos técnicos. Buscan solo un acercamiento.

PRIMER ACTO

César Perdomo

César Perdomo es un campesino que ha vivido en La Tatacoa toda su vida, un bosque seco tropical donde se esconden secretos prehistóricos y donde uno de los depredadores más temidos del mioceno lo acechaba: el ave del terror.

Este campesino recorre el desierto a diario atento a cualquier fósil.

"Eso es de sangre, como quien es tomatrago, como a quien le gusta viajar; ese don nace en uno, es de naturaleza", dice César.

En la mitad del desierto ha construido el museo La Tormenta, con más de 5 mil piezas fósiles.

En el traspatio de su casa estaba la pieza que resolvería una incógnita no resuelta tras cien años de estudios paleontológicos en La Tatacoa.

SEGUNDO ACTO

Un depredador oculto

El ave del terror era un depredador de más de dos metros de altura, de tronco relativamente pequeño, pero de enorme pico en forma de hacha. Había dejado restos de su existencia en el extremo sur del continente y en Norteamérica, por Colombia también debía haber peregrinado, pero no se había encontrado evidencia.

Recreación del ave del terror, donde se compara su tamaño con el de un adulto promedio.

Andrés Link, doctor en Antropología Biológica y profesor de la Universidad de los Andes, conoció a César en una salida a campo. Los dos conectaron y comenzaron a compartir conocimientos.

En noviembre de 2023, Link trabajaba junto al paleontólogo peruano Rodolfo Salas, quien buscaba en las piezas del museo de César vestigios de un cocodrilo.

A este le llamó la atención un hueso más grande que la palma de una mano y lo descartó como parte de un mamífero o de un reptil…

¿Podría ser el ave que tanto buscaban los paleontólogos?

TERCER ACTO

Confrontación final

Buscaron ayuda de Federico Degrange, un experto argentino en aves carnívoras, a quien le entusiasmó el hallazgo y confirmó el descubrimiento.

La incógnita se había resuelto, esta enorme ave había pasado por Colombia y sus restos develaban más que su existencia.

Tibiotarso del ave del terror con regla de escala y ubicación anatómica en la pata del ave.

César sigue entusiasmado con el turismo científico que ha ayudado a fomentar con su museo y hospedaje Mesón de La Tatacoa.

César no para de recorrer el desierto, alerta.

En cualquier momento, una criatura prehistórica puede aparecer.

Recreación frontal en IA del ave del terror

Conozca la historia del descubrimiento del ave del terror colombiana, nominada a Mejor Producción Universitaria en los 41° Premios India Catalina – 2025.

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Vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad: Decreto 1297 del 30 de mayo de 1964. Reconocimiento personería jurídica: Resolución 28 del 23 de febrero de 1949 Minjusticia.

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