Humanos vs. Inteligencia Artificial: ¿Futuro apocalíptico o esperanzador? The Matrix, 2001: A Space Odyssey, Terminator, Ultron: en el cine de ficción abundan los ejemplos de la rebelión de la inteligencia artificial (IA)…

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"La IA va a producir mucha riqueza, y el reto es convertir esa riqueza en bienestar para todos": Roberto Rigobón

 

Ahora, con la irrupción de la IA generativa, surge la pregunta ¿Cómo va a impactar esta tecnología a la vida humana a mediano plazo?: ¿Se van a perder los trabajos? ¿Los humanos van a ser más productivos? ¿Habrá más desigualdad?

Estas fueron algunas inquietudes que respondió el profesor Roberto Rigobón del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), durante la presentación de su conferencia "The EPOCH of AI", en la Universidad de los Andes, la cual se basó en un marco de estudio que explora las habilidades humanas irremplazables por la inteligencia artificial.

Este marco, desarrollado junto con la investigadora colombiana Isabella Loaiza, se destacan cinco características que, según Rigobón, definen la esencia humana frente a la IA: Empatía, Presencia, Apertura y Ética, Creatividad e Imaginación, y Esperanza.

Estas características, agrupadas bajo el acrónimo EPOCH, constituyen lo que el investigador de origen venezolano del MIT describe como las capacidades humanas que ni ahora ni en el futuro podrán ser replicadas por la inteligencia artificial.

E= Empatía

P= Presencia

O= Openness (apertura y ética)

C= Creatividad e imaginación

H= Hope (esperanza

Roberto Rigobon EPOCH OF AI

En la foto: Roberto Rigobón durante su conferencia "The EPOCH of AI" –  Foto de: Daniel Álvarez

¿Cuáles serán las profesiones que pueden ser reemplazadas más fácilmente por la IA?

Rigobón explicó que el propósito de su investigación fue identificar, más que lo que la IA puede hacer, aquellas actividades que solo los humanos pueden desempeñar debido a sus cualidades intrínsecas. “La empatía, por ejemplo, es algo que una máquina difícilmente podrá imitar, ya que implica una conexión genuina con otros”, señaló el profesor.

Según el análisis, las profesiones con alto EPOCH, como las enfermeras o los ingenieros creativos, están menos expuestas a ser reemplazadas. En cambio, tareas mecánicas con baja presencia de EPOCH, como la conducción de camiones, tienen un mayor riesgo de automatización.

La investigación tomó datos de la encuesta O*Net en EE. UU., que describe más de 900 ocupaciones a través de 19,000 tareas específicas. Cada tarea fue evaluada en términos de sus puntajes en EPOCH, lo que permitió estimar el riesgo de automatización de cada ocupación. Los hallazgos revelaron que, de los 175 millones de trabajadores en Estados Unidos, alrededor de 70 millones se verán beneficiados por la IA, mientras que otros 5 millones, en su mayoría de trabajos con bajo EPOCH, podrían perder su empleo.

El impacto social de la inteligencia artificial generativa

El futuro de los humanos luego de la IA generativa

Foto generada por inteligencia artificial

Esta revolución tecnológica podría diferir de otras, como la de internet y las computadoras, en su impacto en la desigualdad, explicó Rigobón.

A diferencia de las revoluciones previas, las habilidades de EPOCH no están necesariamente vinculadas al nivel educativo o ingresos. Esto sugiere que personas en ocupaciones tradicionalmente menos remuneradas podrían verse menos afectadas por la IA si sus trabajos implican un componente significativo de empatía, presencia o creatividad.

“En el pasado, los más educados y ricos fueron quienes más se beneficiaron; esta vez, la creatividad y la esperanza son elementos que no están correlacionados con los ingresos de la misma manera”, afirmó.

Para enfrentar esta nueva era, Rigobón y Loaiza proponen que las políticas públicas y el sistema educativo deben adaptarse a este contexto.

Argumentan que la educación actual, especialmente en los primeros años, tiende a inhibir la curiosidad y la creatividad, y recomiendan que las habilidades de EPOCH deberían fomentarse desde la infancia, no solo para hacer frente a la IA, sino para enriquecer la vida de los individuos.

¿Se necesita de un nuevo contrato social después de la llegada de la IA?

Rigobón también aboga por una redefinición de los trabajos y el ciclo laboral.

La IA, señala, podría facilitar una organización laboral que permita reducir las jornadas de trabajo o incluso incluir años sabáticos para que las personas puedan aprovechar una vida más equilibrada y productiva.

Además, el académico instó a revisar la noción de “aprender hasta los 25 años y trabajar el resto de la vida”, sugiriendo que la educación continua es esencial en un mundo en el que la IA plantea desafíos inéditos y cambios constantes.

A medida que la tecnología redefine la fuerza laboral, Rigobón plantea una interrogante fundamental: ¿Cómo garantizar que esta revolución tecnológica se traduzca en bienestar social y no solo en ganancias económicas? En sus palabras, “la inteligencia artificial va a producir muchísima riqueza, y el reto que tenemos en las políticas públicas es convertir esa riqueza en bienestar para todos”.

Más que apocalíptico, el futuro con la IA generativa se vislumbra esperanzador.

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Vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad: Decreto 1297 del 30 de mayo de 1964. Reconocimiento personería jurídica: Resolución 28 del 23 de febrero de 1949 Minjusticia.

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