En medio de un país convulsionado por el estallido social durante 2021 nace ‘Tenemos Que Hablar, Colombia’, iniciativa que puso a dialogar vendedores informales, amas de casa, empresarios, campesinos, entre muchos otros, como una vía para buscar soluciones a los mayores problemas del país.
Claudia Ruiz, empresaria, y Carlos Suárez, lustrador de calzado, no se conocen. Incluso viven en ciudades diferentes: ella en Cali y él en Bogotá. No obstante, coinciden en que la corrupción es uno de los problemas más apremiantes del país. “Ha sido algo de toda la vida. Tengo 70 años y siempre, siempre, se escucha lo mismo”, llama la atención Carlos. La mujer complementa y dice que se ha normalizado dar comisiones, subirnos al bus sin pagar: “Es algo cultural”
Ambos fueron protagonistas de una de cientos de conversaciones virtuales que se dieron en ‘Tenemos Que Hablar, Colombia’, una iniciativa que sentó a cerca de cinco mil personas a hacer lo que normalmente no se hace: dialogar. Una charla que se dio en medio de la búsqueda de soluciones, cuando el país vive uno de los estallidos sociales más difíciles de los últimos años.
Y es que precisamente durante 2021 las calles de muchas ciudades se convirtieron en el escenario central de este descontento. Al confinamiento y la pandemia se sumaron grupos de jóvenes que hacían oír su voz en el espacio público. La desesperanza se incrementaba y las salidas eran cada vez más confusas.En vez de diálogo, los enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública se convirtieron en el día a día. Uno de los detonantes fue la propuesta de reforma tributaria, que luego fue retirada por el Gobierno nacional. Además de otras problemáticas como las reformas pensional, laboral y educativa y el incumplimiento del acuerdo de paz con las Farc, que habían sido puestas sobre la mesa en las marchas del 21 de noviembre de 2019 y que igualmente se extendieron por varios días.
La crisis sanitaria por el COVID-19 también impactó a muchos colombianos que perdieron el empleo, dejaron de recibir ingresos e, incluso, colgaron banderas rojas en las ventanas de su casa en señal de que no había qué comer. Era como un reloj contra el tiempo en un país que pedía soluciones urgentes.Empresariado, academia y diferentes organizaciones buscaron experiencias que permitieran escuchar la evidente pluralidad de voces en medio del paro nacional. Así nació ‘Tenemos Que Hablar, Colombia’, inspirada en el ejemplo de TQH, Chile, un país que venía de una situación similar, luego de las protestas en octubre de 2019.Carlos Suárez, el lustrador de calzado que protagonizó una de las charlas de TQH, Colombia, contó que siempre son los poderosos hablando entre ellos y que esta vez se sintió contento al aportar su punto de vista: “El de la gente más humilde”, enfatiza. En esa misma ocasión, Alejandro Higuera, psicólogo y literato, destaca que estos ejercicios ponen en evidencia muchas voces que necesitan ser escuchadas.Esta vez las cinco mil personas que, como se dice coloquialmente, se dedicaron a arreglar el país contaron con el respaldo de una plataforma diversa de organizaciones. Esta consolidó los resultados en un documento que será enviado a los candidatos presidenciales y que fue analizado por una mesa de expertos encargados de complementar las ideas.“Tenemos unos problemas sociales sin solucionar y que se han arrastrado históricamente. Sin embargo, en medio de la inconformidad y la desconfianza hay también un deseo de mejora”, puntualiza Silvia Restrepo, vicerrectora de Investigación y Creación de la Universidad de los Andes.
TEMAS PARA ACTUAR
CORRUPCIÓN
No solo algunos son corruptos
La corrupción se concibe como un fenómeno social referido a frases populares como “hacerse el vivo”. De ahí que esta problemática no sea solo un asunto de las instituciones y por eso resulta clave repensar comportamientos arraigados que aumentan la desigualdad, agravan los problemas ambientales y reducen la confianza en el Estado.
En voz de los expertos
Juny Montoya, Centro de Ética Aplicada, Universidad de los Andes : “Es necesario entender que es un problema compartido. ¿Qué hacemos mientras los políticos deciden dar buen ejemplo? En nuestras acciones promovemos o no la corrupción: saltarnos una fila es, sin duda, alimentar el sistema corrupto”.Pablo Sanabria, doctor en Administración y Políticas Públicas:“Para combatir la corrupción:
1. Necesidad de políticas públicas que desde lo local enfrenten el problema.
2. Disminuir los trámites y facilitar la transparencia de los procesos.
3. Apoyar procesos de veeduría.
4. Revisar el rol de los entes de control”.Andrés Hernández, director ejecutivo de Transparencia por Colombia: “Avanzar dependerá de cómo el país aborde retos históricos que facilitan la corrupción, pero también de nuestra capacidad para proteger los recursos públicos”.
EDUCACIÓN
Plan de choque para recuperar lo perdido
Acceso, calidad y gratuidad fueron tres de las preocupaciones expuestas por los participantes de ‘Tenemos Que Hablar, Colombia’ frente a la educación. Las voces coincidían en que era un asunto que, sin duda, necesita cambiarse o mejorarse. Además de ser una herramienta para transformar el comportamiento de las personas y cuidar el medio ambiente.
En voz de las expertas
Sandra García Jaramillo, profesora, Escuela de Gobierno (Universidad de los Andes): “El reto que viene será recuperar y acelerar el aprendizaje que se detuvo por los cierres de colegios, identificar los riesgos y mitigar la deserción, además de recuperar a los estudiantes que se salieron del sistema educativo”.Stephanie Majerowicz, doctora en Políticas Públicas de la Universidad de Harvard: “Se debe implementar un plan de choque enfocado en los estudiantes más vulnerables para recuperar el tiempo perdido. Apoyar a los docentes con estrategias para nivelar, también será clave”.Noemí Durán Salvadó, doctora en Artes y Educación de la Universidad de Barcelona: “Hay que recuperar el conocimiento de las comunidades ancestrales y dar voz a la diversidad. La academia debe articular ideas que lleven procesos educativos sin brechas de desigualdad”.
POLÍTICA
Entre el escepticismo y la esperanza
Las voces piden con urgencia un cambio y una mejora en las reglas de juego de la política, porque en medio de la desconfianza y el profundo escepticismo, la ciudadanía aún reconoce que es a través de acciones provenientes de la política que se resuelven los problemas sociales.
En voz de los expertos
Oskar Nupia, doctor en economía“: Seguir trabajando en reducir la desigualdad —a través de un mejor sistema de impuestos y asignación del gasto público— ayudaría a recuperar la confianza entre las clases sociales”.Observatorio de la Democracia – Universidad de los Andes: “La confianza será fundamental para que, una vez desaparezca el miedo a la COVID-19, se recupere la vida cívica y la participación democrática, para que los vecinos cuiden el uno del otro y para que se denuncie ante la policía a la delincuencia, que no para de crecer”.Weildler Guerra, antropólogo: “La política parece no abarcar la complejidad de la sociedad, porque es vista solo a través de una dimensión (la mecánica electoral) que la empobrece. No basta una sociedad con individuos altamente capacitados, sino que es necesaria la búsqueda de factores emocionales que privilegien el diálogo”.
MEDIO AMBIENTE
Preocupa más a las nuevas generaciones
La protección del agua, de los páramos y de las fuentes hídricas fueron temas sobre los que llamaron la atención jóvenes, niños y adolescentes en TQH, Colombia, “El alcance de grupos armados y de las mafias dedicadas a acaparar tierras ha sido tal que ambientalistas y funcionarios han perdido la vida en manos de estos”, Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta a Radio Nacional.
En voz de las expertas
Sandra Vilardy, doctora en Ecología y Medio Ambiente: “Se debe reconocer la codependencia entre el bienestar de los colombianos y la persistencia de los Parques Nacionales y todas las áreas protegidas, que en el país de la megadiversidad deberían ser el eje de su modelo de sostenibilidad”.Martha Rocío Ortiz, doctora en Ecología y Recursos Naturales: “Antes de pensar en reforestar deberíamos apostarle a la conservación de lo que ya tenemos. Las áreas del bosque natural deben separarse de animales como el ganado, porque estos hacen más difícil el proceso de regeneración”.
DESIGUALDAD
Colombia, uno de los países más desiguales
Sobre la mesa se puso de nuevo la desigualdad. Los países suelen sacar a relucir los resultados de crecimiento económico como una victoria, pero el verdadero desarrollo es que mejoren los más pobres y los más ricos, no unos más que otros.
En voz de los expertos
Andrés Ham, dr. en Economía Agrícola y Aplicada: “Las recomendaciones de la Misión de Empleo son una buena guía, desde las regulaciones antiguas, para un mercado laboral dinámico hasta considerar una protección social universal. Hay que sembrar semillas para construir vías duraderas de movilidad social”.Banco Mundial: “Mejorar la progresividad del sistema tributario y reorientar las transferencias y subsidios a los más necesitados. Reducir el impacto de los choques climáticos sobre los más vulnerables. Promover mercados laborales más inclusivos”.
Los retos de los resultados de Tenemos Que Hablar Colombia:
María Victoria Llorente, directora ejecutiva – Fundación Ideas para la Paz: “TQH, Colombia se cumple de dos maneras: una que ya sucedió entre agosto y diciembre de 2021, en donde miles de personas de todos los rincones de Colombia pudieron intercambiar ideas sobre el país que quieren, gracias a los espacios de encuentro facilitados por las universidades promotoras. La otra manera es que efectivamente la agenda ciudadana que sale de estas conversaciones cale entre los actores de nuestro sistema político, y se constituya en marco de referencia ineludible para los próximos Congreso y Gobierno Nacional. Esto no es fácil y dependerá en buena medida de la capacidad de las universidades y organizaciones aliadas de transmitir de manera eficaz lo que los colombianos desean que se reforme, cambie o mantenga del país”.
Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional: “Hay muchísimas propuestas que surgieron en estas conversaciones y en muchos campos distintos de la actividad humana. Unas son de concreción relativamente rápida y posible, necesitan planes de acción realistas y una decisión política que las soporte. En el estudio que hacen sobre frecuencia con la que son nombrados problemas (y eso es un indicador de su importancia para la gente) predomina la palabra educación. Acá, por supuesto, confluyen una infinidad de problemas. Algunos de abordaje inmediato, otros de más largo término. Lo que sería esencial para su solución es decisión política y continuidad en los planes. Con eso la participación de los involucrados es esencial, y para educación prácticamente toda la sociedad está involucrada”.