El reflejo de la natalidad en Colombia ya no se proyecta igual que antes. Los nacimientos de niños y niñas, que antes abundaban, ahora empiezan a escasear. La población ve en el espejo cómo nuevas arrugas y canas aparecen a un ritmo acelerado.
Según el Departamento Nacional de Estadística (DANE), entre enero y octubre de 2024, la natalidad cayó un 14,4 % en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Esta tendencia, lejos de ser un fenómeno pasajero, está transformando la estructura demográfica del país. Es decir, los rostros de la gente que se ven en las calles de las principales ciudades, sus edades, géneros y distribución geográfica, empiezan a lucir diferentes.
Colombia está dejando de ser un país joven y esto está planteando desafíos y oportunidades en múltiples frentes: desde la educación y el empleo hasta las pensiones y la organización territorial. Esta es una de las conclusiones de una reciente publicación de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, a cargo de los profesores: Andrés Álvarez, Gabriela Mejía y Hernando Zuleta.
Un cambio cultural profundo
"La gente joven tiene un comportamiento más individualista y quiere más libertad y movilidad en lugar de echar raíces y formar una familia", explica Hernando Zuleta, coautor de la publicación. Este cambio cultural es una de las razones clave detrás de la disminución en la natalidad.
Pero no es la única. La participación creciente de las mujeres en el mercado laboral también ha incidido. "Las mujeres son conscientes del costo que la maternidad tiene en su desarrollo profesional", añade el también decano de la Facultad de Economía de Uniandes, lo que las lleva a retrasar la edad del primer hijo y, en consecuencia, a tener menos hijos en total.
A esto se suma la reducción en los embarazos adolescentes, un logro positivo que también ha contribuido a la disminución de la tasa de nacimientos. "Hoy, la gente invierte más en pocos hijos y busca garantizar su estabilidad económica, en lugar de tener familias numerosas, como sucedía antes", remata.

En la foto: una representación gráfica de los retos a partir del envejecimiento de la población colombiana.
El impacto en pensiones y salud
El envejecimiento poblacional tiene consecuencias directas en los sistemas de salud y pensiones.
"La población económicamente activa comienza a reducirse, lo que significa menos personas aportando y más personas llegando a la edad de jubilación", explica el economista. Esto genera una presión creciente sobre los sistemas de seguridad social, que deben atender a una población mayor con recursos cada vez más limitados.
Para mitigar este impacto, una de las soluciones clave es la formalización del empleo. "Los trabajadores informales no cotizan para pensión ni para salud, y en general no pagan impuestos. Si logramos reducir ese 57 % de informalidad, podríamos hacer más sostenible el sistema", afirma Zuleta.
Otra estrategia sería ajustar la edad de jubilación. "Hoy en día, las personas trabajan más años y están en capacidad de aplazar la edad de jubilación", plantea, sugiriendo que un cambio en este sentido podría aliviar la presión sobre el sistema de pensiones.

En la foto: una gráfica del declive de los nacimientos en el mundo – Tomada de: La transformación demográfica en Colombia: Retos y oportunidades ante la caída de la natalidad
¿Menos niños, más recursos para la educación?
El declive en la natalidad también está impactando el sistema educativo.
"Tenemos menos menores de edad, en particular menos niños en edad preescolar y de primaria", señala Zuleta. Esto representa un desafío, pero también una oportunidad: con menos estudiantes, hay más recursos disponibles por alumno, lo que podría mejorar la calidad educativa.
Sin embargo, este cambio también implica una reestructuración del sistema. "Podríamos tener menos colegios de primaria y bachillerato, y más instituciones enfocadas en educación continua". Además, también se debe evaluar la cantidad de docentes necesarios en el futuro y si es necesario hacer ajustes en la reposición de profesores que se jubilan.
El impacto también se extiende a la educación superior. "Ya estamos viendo una disminución en la demanda de educación terciaria. Probablemente, sería más eficiente implementar un sistema de becas que permita aprovechar la infraestructura de universidades privadas en lugar de expandir la capacidad de las públicas", concluye Zuleta.
Mirando hacia el futuro
Los cambios demográficos en Colombia no son solo un desafío; también representan una oportunidad para replantear políticas y modelos de desarrollo. El envejecimiento poblacional obliga a rediseñar los sistemas de seguridad social y a fortalecer el mercado laboral formal. En educación, se abre una ventana para mejorar la calidad y redistribuir los recursos de manera más eficiente.
"No podemos detener estos cambios, pero sí podemos prepararnos para ellos", enfatiza Zuleta.
"Lo que hagamos hoy determinará la sostenibilidad de nuestro país en las próximas décadas". Adaptarse a esta nueva realidad será crucial para que Colombia siga avanzando hacia un futuro más equitativo y sostenible.
Lo que muestra el espejo es lo que hay. Es fundamental un enfoque proactivo en políticas públicas desde ya para garantizar el desarrollo sostenible del país en los próximos años.
Cinco datos clave sobre la transformación demográfica en Colombia:
- Reducción de la tasa de natalidad: en 2022, la tasa de natalidad fue de 12,6 nacimientos por cada 1.000 habitantes, casi la mitad de lo que era en los años 90, cuando superaba los 25 nacimientos por cada 1.000 habitantes.
- Cambió la tasa de dependencia: la tasa de dependencia es el cociente entre la población económicamente dependiente (niños y adultos mayores) y la población en edad de trabajar.
En jóvenes pasó del 85 % en los años 60 al 30 % actualmente.
En adultos mayores, aumentó del 6 % en los años 60 a 13 % en la actualidad y sigue creciendo.
- Informalidad laboral: el 56 % de los trabajadores en Colombia son informales, lo que afecta la sostenibilidad del sistema de pensiones y salud.
- Migración y envejecimiento: a pesar de la migración de venezolanos, Colombia sigue siendo un país de emigrantes. Esto ha reducido la oferta laboral en algunas regiones y acelerado el envejecimiento poblacional.
- Disminución en la demanda de educación superior: universidades privadas tienen infraestructura ociosa, y se espera que la demanda de educación terciaria siga bajando en los próximos años debido a la menor cantidad de jóvenes.